Se conoció como el Grito de Lares a la revolución puertorriqueña por su
independencia de España, llevada a cabo el 23 de septiembre de 1868. En el
siglo XlX en América Latina se utilizó la expresión Grito de Lares como sinónimo
de la declaración de independencia. El Grito de Lares se formó como
consecuencia de que los puertorriqueños eran reprimidos y oprimidos por querer
aspirar a su evolución como pueblo. Sometidos a sistemas sociales, coloniales
basados en la explotación de los trabajadores y por los intereses capitalistas
extranjeros de sustraer riquezas injustas de nuestra sociedad. El Grito de
Lares no se puede interpretar desde la perspectiva como un fenómeno lareño. El
Grito ocurrió en lares pero fue un movimiento que se generó y desarrolló en
todo el oeste de Puerto Rico. El Grito de Lares como uno de sus primeros
decretos al proclamarse la Republica de ese pueblo, se anula ese régimen de la
libreta, se anula la esclavitud. No pudo haber una posición más avanzada en
aquel momento en Puerto Rico que la que adoptaron los revolucionarios de Lares
al proclamar la Republica 1868.
Entre las causas que motivaron esta revuelta (el Grito de Lares) se
cuentan la indiferencia del gobierno peninsular a las demandas de reforma de
los puertorriqueños… en lugar demostrarse conciliador, intentaba resolver la
situación con mayor represión, destierros y cárcel.
La
situación social era aún peor que la política. Los puertorriqueños eran
discriminados, no teniendo acceso a cargos en el gobierno. La población de la
Isla en su mayoría, jornaleros, esclavos negros y hacendados de la montaña estaba
muy descontentos con el Régimen de la Libreta. Este sistema regulador les
permitía a los patronos utilizar directrices más severas de trabajo. Si algún
miembro de la población desafiaba la autoridad o no cumplía con la ley, se
castigaba con severidad. La tensión que el Gobierno había creado causó gran
malestar. En cuanto a los trabajadores, estos se hallaban económicamente
explotados y no disfrutaban de sus derechos políticos, sociales y laborales…. en
el plano laboral las huelgas estaban prohibidas y se consideraban ilegales, y
el despido era una institución aceptada por la administración colonial, por lo
cual, los hacendados comúnmente hacían despidos arbitrarios de sus trabajadores
jornaleros, o de sus peones o agregados, Tarde en la noche del 23 de
septiembre, ante el ejército rebelde de alrededor de seiscientos hombres
congregados en su hacienda, el general Manuel Rojas…en su discurso
revolucionario, como ha documentado la historiadora Olga Jiménez, … “se dirigió
a las tropas que estaban afuera y les habló… las contribuciones exorbitantes,
de la corrupción de los funcionarios y del deber de ponerle fin a tal régimen
de tiranía”.
La fecha original del levantamiento era el 29 de septiembre de 1868, en
Camuy; el Gritode Yara sería el 10 de octubre. Segundo Ruiz Belvis viajó a
Chile para recibir la ayuda ofrecida por el gobierno, pero no la recibió y
encontró la muerte en forma sospechosa. Betances saldría de Santo Domingo con
un pequeño ejército y usarían el barco “El Telegrafo” anclado en Saint Thomas. El
20 de septiembre las autoridades españolas se enteraron de los planes: A
mediados de 1868 se sorprendió a Pedro García con una lista de revolucionarios.
Después se recibieron noticias sobre la conspiración en Aguadilla, Ponce y
Arecibo. El 19 de septiembre el capitán Juan Castañón escuchó una conversación
entre dos conspiradores en el camino entre Camuy y Quebradillas. El militar que
había prometido su ayuda, traicionó e informó de los planes al Coronel Manuel
de Iturriaga. El Coronel procedió al allana de la residencia de Manuel María
González en el Barrio Palomar de Camuy hallando documentos. Por lo acontecido,
los revolucionarios adelantaron la fecha del golpe que originalmente se llevaría
a cabo en octubre en conjunto con el Grito de Yara en Cuba. El gobierno
dominicano le prohibió la salida a la expedición de Betances y el gobierno de Saint
Thomas incautó la embarcación. Adelantaron los planes para el 23 y los
cambiaron para Lares.
"El punto de reunión para la rebelión del Grito de Lares fue en una
hacienda en el barrio Pezuela, en Lares. El propietario de este lugar era
Manuel Rojas, un hacendado venezolano. De allí partieron cientos de personas
hacia el pueblo. Algunos llevaban fusiles y revólveres; otros, sólo sus
machetes de trabajo. A este grupo se le unieron otros ciudadanos provenientes
del pueblo de Adjuntas. Se estima que había más de 600 personas en esta
conspiración. Por la noche, hacendados, algunos propietarios, jornaleros, esclavos
y personas de diversos oficios tomaron por la fuerza el pueblo de Lares. En el ayuntamiento
de Lares declararon la República de Puerto Rico, luego de capturar a los seguidores
del régimen español, remover los símbolos de la monarquía y colocar la bandera
de la República -hoy, la bandera de Lares. Al mismo tiempo, los rebeldes se
dirigieron a San Sebastián del Pepino para continuar su lucha. Pero cuando
llegaron allí, los esperaban las milicias urbanas. Bajo el liderato de Manuel
Rojas, los insurrectos lucharon hasta llegar a la iglesia del pueblo. Desde los
balcones y el interior de las casas, enfrentaron la resistencia de la milicia.
Los revolucionarios fueron derrotados, pero mantuvieron la esperanza de que el
grito de independencia se propagara por toda la Isla. En Lares, muchos
esperaron por refuerzos. Betances se suponía que llegara a la Isla con hombres
y armas para unirse a la Revolución. La espera fue en vano, pues a Betances lo habían
detenido en Santo Domingo, y las armas fueron confiscadas. Los demás habitantes
de la Isla tampoco se unieron al clamor de independencia del Grito de Lares. La
reacción española Como el Gobierno español estaba sobre aviso, reaccionó con
rapidez a esta revuelta y arrinconó a los rebeldes en pocas horas. Los
rebeldes, por su parte, huyeron a esconderse en las montañas del oeste. En el
corto tiempo que duró, la República de Puerto Rico tuvo como presidente a Francisco
Ramírez. El gabinete de este Gobierno estaba constituido por Aurelio Méndez, Clemente
Millán, Federico Valencia y Bernabé Pol. A ellos se les sumaban ocho comandantes
militares. Todos fueron parte de un Gobierno de sólo horas de duración.
El Grito de Lares, inspirado y organizado por el Dr. Ramón Emeterio
Betances, fue el primer alzamiento independentista importante en Puerto Rico en
contra de la dominación española. Mariana Bracetti natural de Añasco estaba
casada en segundas nupcias con Miguel Rojas, hermano de Manuel Rojas, jefe
local de la revolución en Lares. Los hermanos Rojas procedían exiliados de
Venezuela, como consecuencia de una de las guerras acontecidas en aquel país
durante el siglo XIX. Se establecieron en Puerto Rico, donde Don Manuel fundó
un cafetal de 300 cuerdas a corta distancia del pueblo de Lares, llamado El
Triunfo, haciendo de él un rico hacendado. Don Miguel vivió primero en Añasco,
donde contrajo nupcias con Mariana Bracetti y luego se trasladó a Lares junto
asu esposa e hijos. Los hermanos Rojas, grandes admiradores de Betances,
conspiran allí con otros patriotas y la hacienda El Triunfo, se convierte en el
núcleo clandestino donde se fragua la revolución. Las esposas los ayudan y es
Mariana quién toma a su cargo la confección y bordado de la bandera ideada por
Betances, que será la primera enseña de Puerto Rico Libre y que estuvo
instalada ante el altar mayor de la Iglesia Parroquial de Lares en el solemne
Tedeum con el que el Gobierno provisional Republicano celebró el triunfo inicial
de la revolución.
Aunque los insurrectos pudieron ocupar Lares, el Grito fue sofocado
debido, entre otras cosas, a que el gobierno de los españoles consiguió que
Buenaventura Báez, Presidente de República
Dominicana, traicionara a Betances prohibiendo la salida de expedición a ríos desde
la hermana república; a que el gobierno de Saint Tomas, a solicitud de España, ocupó
un barco armado fondeado en sus costas que debía llegar a Puerto Rico; y a que
la revuelta tuvo que ser adelantada unos seis días (estaba planificada para el
29 de septiembre) debido a la ocupación de documentos comprometedores por parte
de las autoridades coloniales. Sin embargo, como resultado directo del mismo,
“el Gobierno de España, a partir de 1869, permitió la formación de algunos
partidos políticos, la libertad de prensa y reunión (aunque bajo censura y con
licencia), y se allanó el camino para la abolición definitiva de la esclavitud
y del régimen jornalero pre capitalista en 1873.” (Dr. Francisco Moscoso)
Libro Cinco siglos de Historia Tercera Edicion (Francisco A. Scarano)